El emblema de Galicia
Se acerca la Semana Santa, para muchos un tiempo de procesiones, de fe y de culto. Para otros tantos el momento para volver a casa y a disfrutar de las raíces, de la tierra y de todos aquellos que nos han hecho ser lo que somos.
Se acerca la semana en la que podemos dedicarnos a nosotros mismo, a nuestra fe o a los nuestros. Se acerca la semana para que los gallegos volvamos a disfrutar "do noso, da Terra, da gastronomía ou da nosa xente". Se acerca la semana en la que dejamos de estar lejos para volver a la tierra en donde el agua de lluvia es, para muchos, la protagonista indiscutible. La tierra en la que descansa el Apóstol y a la que muchos van en busca de cobijo o de respuestas.
Y es que Santiago es esa ciudad protagonista para todo aquel que esté dispuesto a caminar allí donde siempre esperan, allí donde las gotas de lluvia bañan las calles como en ninguna otra ciudad, allí donde besar el Santo es más que una frase, allí donde acaba el camino, allí donde se brinda con cuncas mientras se canta el miudiño...
Santiago de Compostela es casa para cualquier peregrino, para cualquiera que piense que un par de días son suficientes para llegar a una ciudad caminando mientras se disfruta del norte y su verde. Es verdad que quizá un par de días no sean suficientes para descubrir los encantos de Galicia, pero de seguro que bastan para hacer una o varias etapas del camino, para disfrutar de sus paisajes, de sus caminos o zanjas de todo aquel recoveco que muestra su Magia a sólo aquel que vaya en su búsqueda. Por eso, desde Gota de Lluvia te animamos a seguir descubriendo Galicia, a seguir las flechas amarillas, o bien a perderte en el fin del mundo, allí donde el único testigo será el Atlántico o el faro, allí donde quién finaliza su viaje casi siempre opta por quemar su ropa.
Y cuando llegues, cuando sientas las gotas de lluvia en la cara, recuerda que siempre las acabarás echando de menos, no solo han sido un respiro en el duro camino, han sido el fiel acompañante capaz de recordarte tu destino. Así que cuando llegues a Santiago de Compostela no las olvides, llévalas contigo, busca las gotas de lluvia, serán tu amuleto y recuerdo.
Escoge Galicia hoy y siempre.
Y por supuesto, llévate su magia, por ejemplo, a través de un colgante de gota de lluvia. Un colgante que lleva agua de lluvia de una de las ciudades con más historia, allí donde la lluvia es arte. El emblema de Galicia.
