¿Oro y plata, mala pata?
Durante siglos y siglos y hasta hace no mucho tiempo se creía que la joyería de plata y la de oro no debían de mezclarse, no podían usarse ambos metales a la vez. Pero, ¿por qué? ¿Por ser metales preciosos distintos?
Poco se conoce del origen de esta tradición, pero la creencia mayoritaria se vincula a la superstición y es que las joyas creadas con oro se relacionan con el sol y la energía que desprende, mientras que las joyas de plata simbolizan la energía que desprende la luna. Es decir, dos energías opuestas que no deben mezclarse.
Esta curiosa creencia surgió de un mito de la Antigua Grecia, de una historia de amor. Luna y Sol eran una joven pareja de enamorados, que despertaron los celos de la diosa Afrodita. Afrodita, muerta de envidia decidió bajar a la tierra e intentar seducir al Sol, pero el la rechazó. Rabiosa por el rechazo, convirtió al Sol en el astro del día y a la Luna, en el de la noche.
De esta forma, jamás podrían volver a verse. Pero, Zeus, al comprobar que el amor entre Sol y Luna, lejos de apagarse, se hacía cada día más intenso, creó los eclipses. Una historia triste que nos enseña que ni la distancia puede separar a aquellos que se quieren y de la que podemos aprender que la plata y el oro, sí pueden combinarse.
Pero no solo por el amor del Sol y la Luna, sino porque, por según los principios del Ying Yang y del Feng Shui defienden que llevar al mismo tiempo joyería de plata y joyería de oro facilita el equilibrio de energías (Yin y el Yang) ahuyenta las energía negativas.
Esto unido al hecho de que combinar plata y oro es tendencia es más que suficiente para animarse a combinar unos pendientes de plata con un collar de oro o un anillo con oro y plata ¿Por qué no? Lo importante es que te sientas cómoda.
Y tú, ¿eres de las que te animas a mezclar metales preciosos?