Un personaje inolvidable
"Comenzaré por decir, sobre los días y años de mi infancia, que mi único personaje inolvidable fue la lluvia [...] La lluvia caía en hilos como largas agujas de vidrio que se rompían en los techos, o llegaban en olas transparentes contra las ventanas, y cada casa era una nave que difícilmente llegaba a puerto en aquel océano de invierno."
Así hablaba Pablo Neruda de los días de su infancia, donde la lluvia también fue protagonista. ¿Cómo algo tan insignificante pueda marcarnos tanto?
Tras leer estas palabras me he puesto a pensar en todas las veces que la lluvia ha estado presente en mi vida.
Recuerdo aquellos largos días en la aldea donde la tormenta nos sorprendía jugando, o las tardes de invierno en los que, un poco más mayores, aceptábamos la lluvia como excusa para concedernos un tiempo a nosotros mismos. La época en la que comenzamos a escuchar la palabra ciclogénesis explosiva. Las noches universitarias en las que los recién llegados comenzaban a comprender que la lluvia no era impedimento para hacer planes. Ese verano donde acabamos usando más el paraguas que la toalla de la playa. O la etapa del Camino de Santiago, donde la lluvia nos sorprendió y convirtió en un día gris, en uno de los más felices que recuerdo.
Quizá no siempre he podido ser feliz bajo la lluvia, pero está presente en gran parte de los momentos que guardo en la memoria. Puede que sea porque he tenido la suerte de vivir gran parte de mi vida en Galicia o porque como dice Neruda "sea un personaje inolvidable".
Y vosotros, ¿tenéis algún recuerdo con la lluvia como protagonista? ¿Conocéis la ciudad dónde la lluvia es arte? ¿Añoráis la lluvia o vuestra tierra? ¿Sois de los que os gusta caminar bajo la lluvia?
